En este sentido, las escuelas pueden facilitar las interacciones entre las familias. El desarrollo de las redes sociales (como los grupos de Whatsapp de padres y madres) hace que cada vez sea más necesaria una orientación clara en este sentido, pues lo que sucede fuera de las instalaciones del centro incide de forma clara en el clima y la convivencia escolar. En este sentido, se recomienda:
En situaciones en las que un niño o niña adoptado o en acogimiento familiar o residencial se vea afectado por los prejuicios de otras familias, la escuela debe intervenir para revertir la situación. Esto puede implicar hacer saber a las familias que su comportamiento es inaceptable y que sus acciones están poniendo en peligro el bienestar del niño o niña, ya que es deber de la escuela es cuidar de su alumnado y mantenerlo a salvo,. A veces es necesario educar a las familias sobre el impacto del trauma o de la adversidad temprana, para que puedan entender mejor por qué algunos niños o niñas necesitan un enfoque diferente, sobre todo en términos de disciplina.
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