La diversidad permite a niños, niñas y adolescentes considerar diferentes perspectivas, potenciando habilidades y competencias como la empatía y el pensamiento crítico.
Cuando alguien conecta con alguien «diferente», es más probable que tenga en cuenta los puntos de vista de los demás. y comprenda matices sobre cuestiones que antes no habían considerado.
Desafiar al alumnado a pensar desde perspectivas diversas también mejora su capacidad de interactuar con sus compañeros y compañeras a nivel social y les permite desarrollar habilidades que utilizarán el resto de su vida.
Este punto está estrechamente ligado a la idea de que el profesorado no solo transmite conocimientos académicos, sino que prepara al alumnado para ser mejores personas el día de mañana y desenvolverse en un mundo en constante transformación.
A continuación se propone al personal docente algunas ideas para fomentar la creación de espacios inclusivos y aprovechar la diversidad como elemento facilitador de nuevos aprendizajes.
Cuando los centros educativos adoptan enfoques inclusivos y receptivos a la diversidad, es más probable que los y las estudiantes vean representadas sus identidades y se sientan aceptados. En cambio, cuando la diversidad no es una prioridad y algunas personas sienten que se las excluye sistemáticamente, es más probable que se desentiendan, se muestren más reservadas y acaben por sentirse inferiores a sus compañeros y compañeras.
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