Download PDF

Estrategias de apoyo a los menores de acogida y adoptados en la escuela

Las experiencias de la primera infancia pueden influir en la capacidad de cualquier niño o niña para aprender y relacionarse con sus iguales y con las personas adultas. Un entorno familiar seguro, personas cuidadoras receptivas y una experiencia escolar estable son factores cruciales para la salud y el desarrollo físico y emocional infantil.

A continuación se exponen algunas estrategias sencillas, para ayudar a los niños y niñas adoptados o en acogimiento familiar o residencial en la escuela a:

  • Sentir seguridad y protección
  • Establecer relaciones de confianza con las personas adultas
  • Gestionar las emociones difíciles
  • Aprender y progresar

Sentir seguridad

  • Hacer que el mundo sea predecible utilizando rutinas y rituales, por ejemplo, «los martes siempre…».
  • Designar un espacio seguro donde puedan acudir cuando necesiten calmarse y explicarles cuándo y cómo pueden utilizarlo.
  • Minimizar el ruido y el caos en el entorno mediante el compromiso de «no levantar la voz».
  • Utilizar ejercicios de atención plena (mindfulness) para situarles en el momento presente, por ejemplo: «Dime los diferentes sonidos que oyes; dime las cosas verdes que ves en esta habitación».

Establecer relaciones de confianza con las personas adultas

  • Asignar una persona clave, que dedique regularmente tiempo a establecer una relación de confianza con el niño o niña.
  • Utilizar objetos de transición y postales durante las vacaciones, para mantener una conexión con el niño o niña, haciéndole saber que se le tiene presente y nos importa incluso cuando no está en la escuela.
  • Animar al niño o niña a buscar y aceptar ayuda: “Cuando te encuentres en un lío, puedes acudir a mí y siempre podremos solucionarlo juntos».
  • Reconectar con ellos/as y hacer las paces cuando las cosas hayan sido difíciles: «Ha sido un día duro, ¿verdad? Estoy deseando verte mañana en mi clase».

Gestionar las emociones difíciles

  • Identificar y validar sus sentimientos difíciles: «Sé que te entristece volver a la clase cuando se acaba el recreo. Sé que te gustaría jugar más tiempo».
  • Mostrar curiosidad, «preguntarse en voz alta» qué siente y cómo se relaciona con lo que ocurre a su alrededor.
  • Colaborar con la familia u otras personas de referencia para identificar qué le ayuda a calmarse y tranquilizarse. Por ejemplo, realizar una actividad repetitiva o utilizar los sentidos del tacto o el olfato.
  • Mantener al niño o niña cerca (por ejemplo en la primera fila de pupitres en clase), para poder calmarle y ayudarle, en lugar de enviarle lejos para que se las arregle en solitario.

Aprender y progresar

  • Adecuar las tareas en función del nivel de concentración del niño o niña.
  • Ayudarles a ponerse en marcha y a mantenerse en la tarea, con indicaciones y señales visuales.
  • Mostrarles cuando nos equivocamos o cometemos errores, de manera que entiendan que asumir riesgos en su aprendizaje y no siempre tener un buen resultado a la primera es normal y completamente aceptble.
  • Repasar y reforzar periódicamente lo aprendido, aplicándolo en diferentes contextos.

Enlaces de interés

10 mindfulness exercises for kids | BBC Good Food

51 Mindfulness Exercises for Kids in the Classroom – Waterford.org

30 Children’s Books to Foster Mindfulness – Teaching Expertise

banderita CEE

The BRIGHTER FUTURE project has been funded with support from the European Commission. This publication reflects the views only of the authors, and the Commission cannot be held responsible for any use which may be made of the information contained therein.