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Diversidad familiar en la escuela

La diversidad familiar es una realidad social y como tal, también está presente en la escuela. En este sentido, la escuela debe respetar de forma activa las diferentes formas de “ser familia” y para ello, debe favorecer que todos los niños y niñas vean reflejados y validados sus modelos familiares en el entorno escolar. Esto facilitará la construcción de su identidad y narrativa, y será fundamental para su desarrollo.

En nuestra sociedad, la llamada familia tradicional está formada por una mujer y un hombre que conciben un hijo o hija que es gestado por la madre y posteriormente ambos lo crían. Pero ésta es solo una representación del concepto de “familia” ya que la realidad, mucho más compleja y diversa, cuenta con otros modelos familiares funcionales, como las familias monoparentales, las familias reconstituidas (formadas por segundas uniones en las que conviven hijos o hijas de distintas parejas o uniones anteriores), las familias homoparentales (con dos padres o dos madres), las familias adoptivas, las familias multirraciales, multiculturales o multilingües, y los niños y niñas acogidos que mantienen (o no) vínculos con su familia de origen, entre otras.

En cualquier caso, todas las familias tienen funciones de crianza y educación hacia sus hijos o hijas, y para ello, deben proporcionarles un clima de afecto que facilite el establecimiento de relaciones de apego como base de seguridad y autoafirmación. 

Vivir en una familia en la que se percibe un clima de apoyo y ayuda entre todos sus integrantes es una referencia esencial para los niños o niñas que crecen en ella.

La escuela debe asumir e integrar la diversidad familiar, validando los referentes de su alumnado y evitando conflictos emocionales que estigmaticen la diferencia. En este sentido, en el contexto escolar, deben incluirse todos los tipos y modelos de familias.

 Esto hará que todos los niños y niñas se sientan representados, favoreciendo que ellos mismos muestren tolerancia y respeto con la diversidad de sus compañeros/as.

Recomendaciones para el profesorado

  • Crear un entorno seguro y acogedor para todas las familias

    Es importante que el centro escolar sea un entorno seguro y acogedor para todas las familias. Se pueden llevar a cabo acciones como la creación de un protocolo de actuación ante posibles situaciones de discriminación, la inclusión de carteles o murales que reflejen la diversidad familiar, o la organización de actividades que promuevan el respeto a todas las formas de familia.

  • Respetar el lenguaje de cada familia

    Cada familia es diferente y tiene sus propias formas de nombrarse. Así, por ejemplo, algunos niños y niñas encuentran formas creativas de designar a las nuevas parejas de sus padres y madres u a otras personas que ejercen un papel referente en su crianza. Aceptar sus elecciones sin cuestionarlas es también una forma de mostrar respeto.

  • Revisar los libros y materiales

    Los libros, tanto en el aula como en la biblioteca escolar, deben ser respetuosos con la diversidad del alumnado y sus familias y reflejar las posibilidades existentes en las sociedades actuales. La ausencia de referentes familiares diversos en los cuentos, carteles y materiales es de por sí una forma de violencia, por cuanto invisibiliza y estigmatiza aquellos que no se hayan presentes.

  • Adaptar determinadas actividades

    En los centros escolares se llevan a cabo algunas actividades relacionadas con la familia y la historia personal que se consideran importantes desde el punto de vista educativo. A la hora de desarrollar estas dinámicas, es necesario tener en cuenta los diferentes tipos de familias y las circunstancias de los niños o niñas adoptados o acogidos. Por ello, es aconsejable revisar algunas actividades escolares para proporcionarles un enfoque inclusivo. En esta misma biblioteca puede consultar el documento «De árboles genealógicos y fotos de bebé: Actualización de algunas tareas clásicas», en el que se proponen posibles alternativas.

  • Incluir nuevas actividades

    Es interesante que se incluyan, dentro del plan de trabajo del centro, actividades que visibilicen los diferentes tipos de familias de tal manera que reflejen y normalicen la diversidad de las familias existentes. Proponer en segundo o tercer ciclo de primaria la búsqueda de anuncios que presenten diferentes modelos de familia puede ser, por ejemplo, una manera de despertar el interés del alumnado y poder reflexionar sobre cómo todos ellos cumplen las mismas funciones.
    En educación infantil y los primeros ciclos de primaria, es habitual trabajar con cuentos y películas en el aula. Buscar materiales que presenten modelos familiares diferentes es ya de por sí una forma de visibilizarlos y normalizarlos. En cambio, aquellos que presentan visiones estereotipadas y descalificantes (madrastras malísimas, historias terribles de personas huérfanas, etc.) deberían evitarse o utilizarse para su examinación crítica con alumnado de mayor edad.
    Al llegar a etapas de aprendizaje más avanzadas –como la educación secundaria– podemos recurrir a documentales, series y estadísticas. Estos recursos pueden tratar sobre la evolución de la familia a lo largo de la historia, los roles desempeñados por hombres y mujeres, y abordar la familia desde un punto de vista antropológico.

  • Incluir a las familias en las actividades escolares

    A lo largo del curso educativo, son numerosas las ocasiones en las que los centros escolares solicitan la colaboración de las familias en distintas actividades programadas. Es fundamental aprovechar estos momentos para invitar a las familias, según su disponibilidad, a participar en la vida escolar durante el horario lectivo. Las interacciones cara a cara pueden ser muy gratificantes y ayudan a visualizar y fomentar el respeto a la diversidad. Implicar a las familias directamente en el desarrollo de las actividades y de forma presencial, beneficiará al alumnado y a toda la comunidad educativa. Además de invitar a las familias a participar en las actividades escolares, se pueden crear espacios de encuentro en los que las familias puedan intercambiar experiencias y conocimientos. Estos espacios pueden contribuir a fortalecer la relación entre la comunidad educativa y fomentar la inclusión y la diversidad en el centro escolar.

  • Utilizar un vocabulario adecuado

    El siguiente cuadro propone alternativas a expresiones poco sensibles usadas frecuentemente en relación con el sistema de protección de la infancia.

En lugar de…mejor usar…porque…
“madre/padre/hermanos/hermanas
verdaderos/naturales
madre/padre/hermanos/hermanas
de nacimiento o biológicos
Las familias adoptivas y de acogida son reales y auténticas. En la mayoría de las ocasiones, no es necesario utilizar un adjetivo. Si la distinción es necesaria, “de nacimiento/ biológico” son alternativas válidas.
Abandonar a un niño o niñaRenunciar a
Buscar ayuda
En la gran mayoría de los casos, los padres y madres que tienen hijos/ as pero no pueden hacerse cargo de su cuidado buscan la manera de encontrar a alguien que lo haga, no los abandonan ni se deshacen de ellos. Incluso en las situaciones de retirada de la tutela, rara vez podemos hablar de abandono como tal. Otra opción podría ser “no poder criar al niño o niña”.
“Padre adoptivo de Ana”
“Las hermanas adoptadas de Juan”
“Padre de Ana”
“Las hermanas adoptadas de Juan”
En la mayoría de las ocasiones, no es necesario utilizar un adjetivo. Hacer referencia constantemente a la forma en que se formó la familia puede dar la impresión de que es, de alguna manera, menos válida que otras.
Hijo/a propio/aHijo/a biológico/aLa filiación por adopción tiene los mismos efectos que la filiación por nacimiento: tan “propios” son unos como otros.
Es adoptadoFue adoptadoLa adopción es una parte de la vida de un niño o niña adoptado, no su característica definitoria. Es algo que le ocurrió y forma parte de su historia, pero no debería ser su “tarjeta de presentación”.*
OrfanatoHogar, centro de acogidaLa mayoría de los niños y niñas que viven en instituciones no son huérfanos.
Utilizar la palabra “adopción” para referirse a donativos para financiar el cuidado de un animal o de otro ser (por ejemplo, adoptar un tigre, un delfín, un árbol, etc.)Apadrinar, “esponsorizar”La adopción no es una forma de solidaridad sino una forma de crear lazos familiares permanentes.
MENASNiños, niñas y adolescentes que han migrado solos, que llegan al país sin el acompañamiento de figuras parentalesAunque no sea intencionado, nombrar a una persona mediante una etiqueta o categoría es una acción de deshumanización. Esto es especialmente cierto cuando la categoría está marcada en términos de desempoderamiento y exclusión.

* Algunas personas adoptadas defienden el uso del presente para señalar que la adopción no termina, que forma parte de su identidad. Sin embargo, en el contexto escolar, nos parece importante contextualizarlo como un acontecimiento vital y no como un rasgo definitorio.
banderita CEE

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